Los collares de púas (o pinzas) son collares de metal con eslabones de cadena con protuberancias en ángulo sin filo que se hunden en la piel de la mascota cuando el perro o el dueño de la mascota aplica presión sobre la correa. … Cuando se usan correctamente, los collares de dientes no dañan la tráquea, aunque pueden dañar la piel del cuello, que es mucho más delgada que la de los humanos.
¿Son crueles los collares de pinzas?
Mito: un collar de puntas no es inhumano si se ajusta bien.
Realidad: lamentablemente, esta es una declaración falsa que ha sido perpetuada por entrenadores aversivos. Incluso los collares de púas bien ajustados se clavan en la piel sensible alrededor del cuello, con el riesgo de sufrir daños graves en la tiroides, el esófago y la tráquea.
¿Por qué no deberías usar un collar de puntas?
Los collares con púas funcionan presionando la garganta del perro, lo que puede ocasionar lesiones graves en la glándula tiroides y la tráquea. Esto puede provocar otros problemas de salud graves en el futuro, como hipotiroidismo, aumento de peso, infecciones de oído, pérdida de cabello, problemas de la piel e incluso insuficiencia orgánica.
¿Qué opinan los veterinarios sobre los collares de púas?
1. Son inhumanos. A pesar de lo que pueda decir su entrenador o el empleado de la tienda de mascotas, clavar puntas de metal en el cuello de su perro duele. Precisamente por eso evitan tan convenientemente que un perro tire de la correa, por ejemplo.
¿Por qué son malos los collares con pinchos?
Las púas de metal de los collares de púas pellizcan la piel alrededor del cuello de los perros cuando tiran y pueden arañar o pincharellos. Con el tiempo, esto puede hacer que los perros desarrollen tejido cicatricial (que no tiene sensibilidad) y/o desarrollen una tolerancia a la dolorosa sensación de pellizco y, por lo tanto, continúen tirando, lo que dificulta aún más las caminatas.