Aunque los angiofibromas son benignos, son persistentes. Los angiofibromas se pueden extirpar por motivos estéticos o relacionados con el dolor. La tasa de recurrencia de los angiofibromas asociados con la esclerosis tuberosa puede llegar al 80 % [1].
¿Cómo se elimina el angiofibroma?
Cirugía. El tratamiento más común para el angiofibroma es la cirugía. Los angiofibromas se pueden abordar directamente mediante el abordaje endonasal endoscópico (EEA). Este enfoque mínimamente invasivo de última generación permite a los cirujanos acceder al tumor a través del corredor natural de la nariz, sin hacer una incisión abierta.
¿Las pápulas fibrosas desaparecen solas?
Es inofensivo, pero persiste sin cambios durante toda la vida. Es importante distinguir la pápula fibrosa del cáncer de piel común, el carcinoma de células basales, que también puede presentarse como una protuberancia firme y brillante. El carcinoma de células basales surge con mayor frecuencia más tarde en la vida. Crece lentamente y tiende a sangrar y ulcerarse.
¿Puede el angiofibroma convertirse en cáncer?
Un tumor benigno (no canceroso) formado por vasos sanguíneos y tejido fibroso (conectivo). Los angiofibromas suelen aparecer como pequeños bultos rojos en la cara, especialmente en la nariz y las mejillas.
¿Pueden volver a crecer los angiofibromas?
En hasta el 50 por ciento de los casos, el angiofibroma nasofaríngeo volverá a crecer después de extirparlo quirúrgicamente. El nuevo crecimiento generalmente ocurre dentro de los dos años posteriores a la cirugía, con mayor frecuencia debido a que una parte del tumorse quedó atrás.