La epilepsia puede causar muchos tipos posibles de convulsiones, incluidas las convulsiones atónicas. Estas convulsiones, también llamadas ataques de caída, causan una pérdida repentina del tono muscular. Esto puede provocar que la cabeza se caiga o se caiga.
¿Las convulsiones atónicas están relacionadas con la epilepsia?
A veces, las convulsiones atónicas están relacionadas con el síndrome de Lennox-Gastout, que es una forma grave de epilepsia infantil que causa múltiples y frecuentes convulsiones. Los niños que viven con el síndrome de Lennox-Gastout a menudo también tienen problemas de desarrollo y comportamiento.
¿Cuáles son las causas de las convulsiones atónicas?
La causa de las convulsiones atónicas es frecuentemente desconocida. Algunos pacientes pueden tener más probabilidades de sufrir convulsiones debido a cambios en sus genes. Las convulsiones atónicas afectan con mayor frecuencia a los niños, pero pueden ocurrir en pacientes de cualquier edad. La respiración rápida (hiperventilación) y las luces parpadeantes pueden desencadenar convulsiones.
¿Cómo se siente una convulsión atónica?
En una convulsión atónica, el cuerpo de la persona de repente se vuelve fláccido. Si está sentado, la cabeza o la parte superior del cuerpo pueden caerse. Si está de pie, la persona puede caer sin fuerzas al suelo. Como los músculos están débiles o flácidos, la persona cae como un muñeco de trapo.
¿Qué haces si alguien tiene una convulsión atónica?
Las
convulsiones atónicas se tratan con medicamentos antiepilépticos, aunque no siempre responden bien a ellos. También pueden ser tratados con cetogénicodieta, estimulación del nervio vago o un tipo de procedimiento quirúrgico llamado callosotomía del cuerpo.