La tolerancia inmunológica es importante para la fisiología normal. La tolerancia central es la principal forma en que el sistema inmunitario aprende a discriminar lo propio de lo ajeno. La tolerancia periférica es clave para prevenir la hiperreactividad del sistema inmunitario a diversas entidades ambientales (alérgenos, microbios intestinales, etc.).
¿Por qué es beneficiosa la inmunidad inmunológica?
El sistema inmunitario tiene un papel vital: protege su cuerpo de sustancias dañinas, gérmenes y cambios celulares que podrían enfermarlo.
¿Cuándo se produce la tolerancia inmunológica?
La tolerancia inmunológica es una serie compleja de mecanismos que impiden que el sistema inmunitario genere respuestas contra los antígenos propios. La tolerancia central se produce cuando los linfocitos inmaduros encuentran antígenos propios en los órganos linfoides primarios y, en consecuencia, mueren o se vuelven no reactivos.
¿Qué sucede cuando el cuerpo pierde tolerancia inmunológica?
La autotolerancia se refiere a la capacidad del sistema inmunitario para reconocer y, por lo tanto, no responder contra los antígenos autoproducidos. Si el sistema inmunológico pierde esta capacidad, el cuerpo puede comenzar a atacar sus propias células, lo que puede causar una enfermedad autoinmune.
¿Cuál es la importancia de la autotolerancia?
La autotolerancia es la capacidad del sistema inmunitario para reconocer los antígenos producidos por él mismo como si no fueran una amenaza, mientras prepara adecuadamente una respuesta a sustancias extrañas. Este equilibrio de defensa inmunológica y autotolerancia es fundamental para el funcionamiento fisiológico normal y la salud en general.