Los consumidores de lácteos perciben la "leche de pasto" como más saludable. Y los estudios han demostrado que lo es. Las vacas lecheras orgánicas y alimentadas con pasto proporcionan leche significativamente más alta en ácidos grasos beneficiosos y más baja en omega-6. Los granjeros pueden reducir los costos de producción cambiando las vacas a dietas basadas en pastos y leguminosas.
¿La leche de vacas alimentadas con pasto es más saludable que la leche normal?
De hecho, un estudio reciente de Food Science and Nutrition encontró que la leche de vacas alimentadas con pasto contenía un 147 % más de omega-3 que la leche convencional y un 52 % más de omega-3 que la leche orgánica. La conclusión: No solo es una dieta alimentada con pasto mejor para las vacas, ¡sino que también es mejor para las personas que beben la leche!
¿La leche alimentada con pasto es mala para ti?
La leche alimentada con pasto también es más alta en nutrientes como vitamina E, hierro y ácido linoleico conjugado, un ácido graso que puede jugar un papel en la prevención de enfermedades cardíacas y obesidad. Pero, al igual que los omega 3, no está en cantidades que probablemente hagan mella en sus necesidades dietéticas (o las necesidades de sus hijos).
¿Hay alguna diferencia entre la leche alimentada con pasto y la leche normal?
En comparación con la leche convencional, puede haber una diferencia en el contenido de grasa de la leche de vaca alimentada con pasto y orgánica. … Esto produce leche con una mayor proporción de omega-6 a omega-3. Las vacas orgánicas y alimentadas con pasto comen mucho más pasto, lo que aumenta el contenido de omega-3 y hace que su proporción de omega-6 a omega-3 sea más baja.
Es lechera alimentada con pasto¿Bien por ti?
La carne y los productos lácteos alimentados con pasto contienen más betacaroteno y ácidos grasos omega-3, que pueden prevenir la demencia y las enfermedades del corazón. También tienen un alto contenido de ácido lineoleico conjugado (CLA), un omega-6 saludable que ha demostrado disminuir los síntomas de trastornos inflamatorios como las alergias y el asma.