Si su médico de atención primaria le ha recomendado que consulte a un hematólogo, puede deberse a que corre el riesgo de padecer una afección relacionada con los glóbulos rojos o blancos, plaquetas, vasos sanguíneos, médula ósea, ganglios linfáticos o bazo. Algunas de estas condiciones son: hemofilia, una enfermedad que impide que la sangre se coagule.
¿Ver a un hematólogo significa que tengo cáncer?
Una remisión a un hematólogo no significa inherentemente que tenga cáncer. Entre las enfermedades que un hematólogo puede tratar o participar en el tratamiento: Trastornos hemorrágicos como la hemofilia. Trastornos de los glóbulos rojos como anemia o policitemia vera.
¿Qué revisa un hematólogo?
Los hematólogos y los hematopatólogos son proveedores de atención médica altamente capacitados que se especializan en enfermedades de la sangre y sus componentes. Estos incluyen células de la sangre y de la médula ósea. Las pruebas hematológicas pueden ayudar a diagnosticar anemia, infección, hemofilia, trastornos de la coagulación sanguínea y leucemia.
¿Qué sucede en una cita con el hematólogo?
Durante esta cita, recibirá un examen físico. El hematólogo también querrá que describa sus síntomas actuales y su salud general. Se ordenarán análisis de sangre y cuando se revisen los resultados, el hematólogo puede comenzar a diagnosticar su trastorno o enfermedad de la sangre en particular.
¿Cuál es la hematología más común?prueba?
Una de las pruebas de hematología más comunes es el conteo sanguíneo completo o CBC. Esta prueba a menudo se realiza durante un examen de rutina y puede detectar anemia, problemas de coagulación, cánceres de la sangre, trastornos del sistema inmunitario e infecciones.