La felicidad imperfecta se puede perder, pero la la felicidad perfecta no. Ni el hombre ni ninguna criatura puede alcanzar la felicidad final a través de sus poderes naturales. Siendo la felicidad un bien superior a todo lo creado, ninguna criatura, ni siquiera un ángel, es capaz de hacer feliz al hombre. La felicidad es la recompensa por las obras de virtud.
¿Qué es la felicidad imperfecta?
La felicidad a la que se refiere Tomás de Aquino es la felicidad perfecta contra la felicidad imperfecta. La felicidad imperfecta se obtiene dependiendo de las virtudes intelectuales y morales y es el prerrequisito para la felicidad perfecta que florece por la misericordia de Dios, las virtudes teologales, la caridad, la esperanza y la fe.
¿Qué es la felicidad según Tomás de Aquino?
Pues la felicidad es ese bien perfecto que satisface enteramente el propio deseo; de lo contrario, no sería el fin último, si aún quedara algo por desear. Ahora bien, el objeto de la voluntad, es decir, del deseo del hombre, es lo que es universalmente bueno; así como el objeto del intelecto es lo universalmente verdadero.
¿Por qué la felicidad del hombre no puede consistir en la riqueza?
Nuestra felicidad no puede consistir en las riquezas naturales, porque estos bienes son instrumentalmente valiosos. Es decir, los buscamos por el bien de otra cosa, la salud física, por ejemplo. Pero esto significa que la riqueza natural no es nuestro fin último ni nuestro objetivo final en la vida.
¿Qué es la felicidad final para Santo Tomás de Aquino?
Por otro lado, Tomás de Aquino cree que nunca podremos alcanzar la felicidad completa o final en esta vida. Para él, la felicidad final consiste en la bienaventuranza, o unión sobrenatural con Dios. Tal fin se encuentra mucho más allá de lo que podemos lograr a través de nuestras capacidades humanas naturales.